sábado, 18 de febrero de 2012

Twitter es un bazar de locos creativos

Por @dreig

Compuesto por los que pensamos hace unos años que no teníamos tanto tiempo, o que nuestras vidas no eran tan interesantes como para compartirlas a cada momento, hoy funciona como un cordón umbilical cómodo y permanente con cada mundo a medida, con la gente a la que nos sentimos afín.

Muchos coincidimos: no imaginábamos estar escribiendo sobre lo que en principio nos pareció una tontería. ¿Hemos cambiado? ¿Se han vuelto más interesantes los momentos que antes no teníamos necesidad de compartir? ¿Ha cambiado Twitter? ¿Es Twitter una herramienta extraordinariamente maleable?

Creo que todos los interrogantes tienen respuestas afirmativas y que en todas ellas pero sobretodo en la última está la clave de que Twitter sea la herramienta con más personalidad, de desarrollo más rápido y continuo y con más perspectivas de futuro de la web social.

De locos deprimidos a locos creativos: hemos cambiado

Antes recomendaba twitter a todo el que trabajaba solo. El entorno sustituía, contaba a sorprendidos y curiosos, en cierto modo, a los compañeros de oficina con quien compartir emociones, noticias, dudas, etc… Era entonces un instrumento extremadamente ligado a lo emocional, a la soledad del reciente teletrabajador o freelance solitario. Con un efecto similar al de la televisión encendida creaba una ilusión de conectividad que nos parecía incluso más verdadera.

Twitter era entonces, en definitiva, un bazar de locos afectados de soledad, de tristeza, de amargura, casi de depresión.

Pero creció la Read Write Web, el usuario productor a la vez que consumidor de contenidos, la pasión por compartir conocimiento, la comoditización de las posibilidades de crear y difundir nuestra creatividad en blogs y similares, instrumentos privilegiados de arquitectura de la participación y por tanto de divulgación, de aprendizaje, de crecimiento. Y tuvimos mucho que compartir.

La abundancia creativa, dicho de otro modo, ha convertido en más interesantes los momentos y pedazos de nosotros mismos que compartimos en la web.

Twitter, la herramienta maleable, también ha cambiado

No se si está en la simplicidad o en la flexibilidad la clave de su éxito. Pensada inicialmente para la comunicación, principalmente móvil, lo que está claro y reconocen sus propios fundadores (Evan Williams creo que lo comentaba ) es que Twitter ha resultado una herramienta muy fácil de utilizar pero sobretodo de reapropiar. Hecha con la suficiente flexibilidad para satisfacer las cambiantes necesidades del habitante de la web social, pronto Twitter se ha convertido en un golpe de suerte de sus fundadores, un “black swan” (Taleb en 2007 describe el fenómeno del cisne negro que tan bien se aplica en este caso) que está aquí para quedarse.

Hoy es importante su potencial para la difusión, la viralidad, para la autocomunicación de masas de la que habla Castells, la organización sin organizaciones de Shirky, el empoderamiento ciudadano que prefiero nombrar. De hecho no sé si sería posible sin Twitter dar la razón a Levinson en la fantástica sentencia que nos aporta: “the Internet is not about empowerment of new leaders, it is about the empowerment of everyone”.

Realidades y metáforas de Twitter

Además de aliviar o mejorar emociones, la corriente de gorjeos satisface las más elevadas exigencias devoradoras de información (el ser infornívoro al que se refería Schirrmacher en Edge se siente feliz cuando lo inicia).

Aporta diversidad, fluidez, libertad a las ideas pero también sirve a objetivos más prácticos. En este sentido, bajando de la nube de pájaros a una realidad cada día más compleja, creo que twitter es una herramienta extremadamente potente para mejorar muchos servicios públicos.

Ushaihidi, “mashup” entre twitter y Google Maps nacida para aliviar la conflictividad en las calles de Kenya, la policía de Milwaukee que lo utiliza para resolver delitos, rodalies.info como servicio alimentado por el ciudadano, más eficiente que el oficial de Renfe, son ilustres ejemplos de ello.

Resulta curioso (y en cierto modo contradictorio) que Twitter, en 140 concretos, simples, pragmáticos, anglosajones caracteres no solo tenga tantas utilidades, sino que genere tantas metáforas. Terminemos así recordando algunas: Facebook mira al pasado, Twitter al futuro. Así, en los orígenes de Facebook está el objetivo de recuperar el pasado, Twitter es en esencia exploración, hipertexto, tendencias por llegar.

Twitter es además hemisferio derecho, emoción, habilidad relacional, en cierto modo el pulso de la web como imagen de un mundo global, interconectado. Y no se trata, cuando empezamos a hablar de postdigitalismo, cuando parece que empezamos a superar la ilusoria dicotomía entre lo digital y lo real, entre lo tecnológico y lo humano, de una emocionalidad fingida, distinta, menos auténtica.

Ni somos menos sociales ni menos emocionales con la web. Recientes descubrimientos, en cambio, demuestran que algunos procesos bioquímicos de contagio social de la emoción, como la liberación de un tipo de hormonas que nos hace más generosos, más empáticos, ocurren de forma indistinta ante situaciones de lo real o de lo virtual medido en twitter.

Un bazar de locos, sí pero unos locos distintos, más empáticos y solidarios que nunca.

@dreig es Dolors Reig es Profesora de Social Media, redes sociales, innovación educativa, comunidades, tendencias. Bloguera (El caparazón) y ponente en organizaciones y eventos.